Si todos los días fueran como aquellos,
no sería una vida, si no un sueño,
aquellos días contigo, minutos o segundos
no los cambiaría por nada, nada en todo el mundo.
No hace falta decir que te extraño,
solo hace falta ver mi cara y las hojas en blanco
de mi cuaderno que quiero dejar
e ir a abrasarte y no soltarte jamás.
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